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Patatas dulces, harina

El "Oni-manju" se hacía con batatas y harina de trigo, que eran relativamente fáciles de conseguir durante y después de la guerra, cuando los alimentos escaseaban, y se hizo popular como alimento básico en lugar del arroz. Se dice que el nombre se debe a la forma en que los boniatos cortados en cubos se parecen a los cuernos o al palo de metal de un oni (ogro). Tiene varios nombres, como "Imo-uiro", "Imoman" e "Imo-manju", según la región. Durante la guerra, la cantidad de boniatos era más importante que su sabor, por lo que se producía una variedad llamada "Gokoku-imo", de gran rendimiento. Sin embargo, a diferencia de los boniatos actuales, como el Beni-azuma, el Beni-haruka y el Annou-imo, que tienen un sabor dulce y una textura suave, el Gokoku-imo era acuoso y no tenía umami, por lo que se dice que el "Oni-manju" nació del ingenio para encontrar formas de hacerlo más delicioso. Más tarde, durante el periodo de rápido crecimiento económico, se hizo popular como un tentempié saciante y barato para los agricultores.

Aunque se elabora sobre todo en otoño, cuando se cosechan los boniatos, el "onimanju" está siempre disponible en las pastelerías japonesas, por lo que se consume durante todo el año.

Los boniatos cortados en cubos de 1 cm se introducen en una masa hecha de harina y azúcar, y se cuecen al vapor antes de comerlos. El color rojo y la textura de la piel del boniato se pueden disfrutar dejando la piel. Se puede comer caliente o frío, pero si se recalienta en el microondas durante 20 o 30 segundos con una envoltura de plástico, se puede disfrutar de la textura recién hecha.
El "onimanju" se caracteriza por su textura firme y pesada, que lo hace muy saciante. Sin embargo, en los últimos años, algunas personas disfrutan comiéndolo con una textura esponjosa, parecida a la del pan al vapor, o con cubos de manzana en lugar de boniato.
Muchos de los boniatos que se venden en las tiendas de repostería japonesas han sido "suavizados con miel" de antemano. En casa, los boniatos se espolvorean simplemente con sal y azúcar.

Algunas comunidades se esfuerzan por transmitir la tradición incorporándola a los menús de los almuerzos escolares y ofreciendo clases de cocina junto con el aprendizaje del cultivo de la batata. Además, como es fácil de preparar, también se hace en casa y se transmite de generación en generación.